“En el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, Efraín Recinos erige el más grandioso de sus monumentos. Con un lenguaje único y espectacular, y sin competir con su musa -la tierra que lo vio nacer- replica magistralmente valles y volcanes, entre el cielo despejado y los pasajes arbolados, que casi logran camuflajear la eminente presencia del gran Jaguar.” , Pablo Aragón.
El Centro Cultural se ubica en la colina de San José, en Guatemala, la cual había estado abandonada desde el año 1944, hasta que la administración del Presidente Idígoras, decidió generar el primer proyecto para construir un Teatro Nacional. El ingeniero Efraín Recinos, diseñador de esta emblemática obra, logró hacer de ella un referente a nivel internacional.
El diseño fue presentado por el arquitecto Marco Vinicio Asturias en 1961, sin embargo su diseño monumentalista no pudo ser construido, debido a que el General Idígoras fue derrocado en marzo de 1963, deteniéndose la construcción del Gran Teatro por más de 5 años. Aquí es donde el ingeniero Efraín Recinos toma el mando del diseño, ya que ya había estado construyendo obras complementarias.
El encargo tenía 3 importantes puntos: conservar las fundaciones ya construidas del diseño anterior, que el edificio fuera más pequeño, pero que tuviera capacidad para recibir a 2 mil visitantes. La nueva construcción comenzó el año 1971.
El diseñador de esta gran obra decidió hacer una arquitectura guatemalteca relacionada a los volcanes y cielos azules del lugar (como los Volcanes de Agua y Pacaya, vigilantes de la ciudad desde el sur), para que el edificio se integrara al paisaje a través de su techo. Por lo tanto Recinos incluyó la marimba como elemento formal que crea la relación entre el paisaje y las estructuras del centro. El Gran Teatro unifica en un sólo objeto, la pintura la escultura y la arquitectura.
Entonces podemos encontrarnos con curvas, elementos escultóricos, reflejo del trabajo como escultor de Recinos. Todos estos elementos se relacionan entre sí de una manera armónica, pero sin perder el carácter funcional del edificio. El elemento más representativo de la relación entre el proyecto y la naturaleza es sin duda la estructura que va girando alrededor del volumen principal.
Al haber decidido generar una arquitectura guatemalteca, los símbolos propios de esa cultura, se hacen evidentes en la construcción, como por ejemplo la alusión a las pirámides, o el perfil de un jaguar estilizado, siluetas de mujeres, la paleta de colores utilizada, o las curvas que representan las montañas y volcanes del país.
Otra decisión de diseño fue el incluir el uso exterior del teatro, para homenajear a las pirámides mayas. El uso de varios colores, y el uso de las curvas decoradas con un trabajo de mosaico de pequeñas piezas, hacen del teatro una arquitectura única que representa el cielo y la tierra, y que puede verse como la continuación de los pliegues naturales del terreno, un mirador natural.
El Gran Teatro se inauguró el 16 de junio de 1978, entregándole a Guatemala un espacio único donde las artes pasan a ser lo más importante.
El Gran Teatro, que en la mitad de su construcción sufrió un quiebre, fue finalmente un verdadero favor que se le hizo al arte de Guatemala, gracias a la imaginación, y creación del ingeniero Efraín Recinos.
Arquitecto: Efraín Recinos Ubicación: Ciudad de Guatemala, Guatemala Año Proyecto: 1971 – 1978 Referencias: Prensa Libre, Página Web Efraín Recinos, Viaje a Guatemala, Teatro Nacional Fotografías: Usuarios de Flickr: juandeleon, larepuvlica_eurasia, Oswwwaldo Rosales, Gobierno de Guatemala, Centro Cultural Miguel Ángel Asturias